Respuesta de la terapeuta: Cuando una madre dice que su hijo se porta mal y no sabe qué hacer, estamos hablando de una relación madre-hijo en la cual la autoridad no se definió desde muy temprana edad.
El niño no se porta mal porque quiere. Podría estar ocurriendo que su estilo disciplinario no lo pudo mantener de manera adecuada para que el niño supiera qué estaba permitido y qué no. Tendrá que descartar si detrás del comportamiento de su hijo hay alguna condición especial que le esté afectando su comportamiento. No podré precisarle con ciertos detalles, ya que usted no ofreció datos que revelaran cómo su hijo se está portando.
Al buscar fórmula mágica, técnicas exactas y precisas para lograr controlar a su hijo podría correr el riesgo de no lograrlo.
Primero desarrolle la habilidad de ser consistente, firme , clara e invistiéndose de la autoridad para lograrlo.
Habría que determinar su estilo de socialización marental. Una vez haya esclarecido cuáles son sus competencias y habilidades podrá iniciar la modificación de la conducta de su hijo.
Observe, cuando le da una instrucción a su hijo, ¿qué pasa desoués? ¿El niño hace lo que usted dice o no? ¿Cómo reacciona cuando
no cumple el mandato? Esto esclarecerá cuál es su estilo.
¿Golpea? ¿Repite mucho? ¿Se lo solicita suplicando? ¿Se para frente al niño y le hace cumplir el mandato? Su respuesta le hará darse cuenta qué tan eficaz es.
Una madre eficaz logra que su hijo reaccione ante el mandato sin tener que recurrir a la conductas anteriormente señaladas.
Recomiendo que defina la conducta inadecuada. Revise su eficacia, comprométase a hacer el cambio, sea consistente, recurra a la palabra-acción, mírele a los ojos cuando le dé un mandato. Si no reacciona de una vez, tómelo de la mano y haga que ocurra. Si no reacciona de una vez, tómelo de la mano y haga que ocurra lo que usted solicita.
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