Pregunta del lector: Estoy muy preocupado por el comportamiento de mi pareja. Cuando llega a la casa pelea mucho con nuestros hijos, los castiga y muchas veces los golpea cuando se molesta. He hablado con ella acerca del daño que esto provoca, pero no me hace caso. Sé que su trabajo es estresante. Me gustaría que me orientara para poder ayudarla.
Respuesta de la terapeuta: Es importante considerar cuatro aspectos fundamentales que son: cuál es el modelo o patrón de disciplina aprendido y justificado socialmente, los métodos utilizados por los padres de ella para su crianza, cómo le afecta el estrés laboral y las responsabilidades que debe asumir cuando regresa al hogar.
En estos casos no se puede considerar una sola causa, sino que se trata de la conjugación de varios factores que simultáneamente se influyen.
Sería valioso pudieran dialogar y que usted le pregunte de qué manera puede ser soporte activo para ella y la crianza. En nuestra sociedad, muchas veces los padres no logran involucrarse de igual manera que las madres en esa tarea.
La distribución equitativa de las funciones dentro del hogar y en la crianza de los hijos tiende a bajar los niveles de tensión entre los padres y los hijos y, de igual manera, entre la pareja. Las situaciones familiares se enfrentan con calma y como equipo centrado en las soluciones asertivas que impacten positivamente en los hijos.
Las personas que se encuentran bajo estrés permanente tienden a reaccionar con irritabilidad, mal humor y ansiedad, y a entristecerse con facilidad. Suelen percibir falta de apoyo lo que aumenta su malestar. Su apoyo puede ser uno de los puntos a considerar.
En estos casos, es importante que se cuente con una orientación sistemática que permita la reducción del estrés, revisión de los modelos de crianza e incorporar un nuevo abordaje de la disciplina basada en consecuencias lógicas y asertivas.
A los hijos se les enseña a reflexionar sobre sus comportamientos y el impacto que tienen sobre los demás, a moderarlos y gestionar sus emociones. Para lograrlo, los padres modelar el propio comportamiento.
Es imposible enseñar a los hijos a tener autocontrol, respetar a los demás y a tener normas de convivencia bientratantes si los padres no lo logran en ellos mismos.
Si quieren que sus hijos cambien, inicien el cambio por ustedes.
Los hijos son espejos de sus padres.
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