Enfermedad y emociones
- Soraya Lara
- Jun 11, 2018
- 2 min read
Updated: Jun 17, 2018
Pregunta de la lectora: Me enfermo con frecuencia. Parece que los virus me persiguen.
Los médicos me dicen que no tengo ninguna enfermedad. Me han recomendado ir al
psicólogo o psiquiatra. No entiendo por qué si es una enfermedad me sugieren buscar
ayuda psicológica. ¿Tendría sentido ir a la terapia psicológica?
Respuesta de la terapeuta: Consultar con un buen profesional de la salud mental es
una oportunidad para hablar en un contexto confiable acerca de temas que son
difíciles de tratar en otros escenarios y con otras personas.
Muchas veces, no nos percatamos de que inconscientemente reaccionamos a
situaciones dolorosas, culposas, vergonzosas o angustiantes, que de alguna manera
buscamos maquillar para evitar que nos duelan.
Se reflejan en enfermedades o reacciones fisiológicas sin causas biológicas que las
justifiquen. Es lo que se conoce como enfermedades psicosomáticas. Los
pensamientos tienen el poder de enfermar o sanar.
Iris Luna (2005), refiere que en el argot médico llaman a este tipo de persona como
consultadores crónicos, que son los acuden repetidamente al médico. Las visitas
médicas se realizan debido a la percepción de malestar o de enfermedad, sin presentar
ningún tipo de trastorno físico o mental.
Por tal razón, los médicos sugieren la visita al profesional de la salud mental cuando no
encuentran causas que justifiquen una enfermedad.
El poder de la mente, de nuestros pensamientos, potencia lo que creemos sentir y
padecer. La misma inversión energética destinada a pensar que se está enferma, que
siente malestar o dolor, puede emplearse en el sentido contrario, creer que se está
bien, en salud y con ánimo para enfrentar la vida con optimismo.
El esfuerzo, su voluntad y el compromiso son factores que le ayudarán a superar y
cambiar el estilo de vida que ha estado afectado por la situación antes mencionada.
Puede cambiar su modelo de pensamiento y vivir nuevas experiencias gratificantes
que influirán en sus respuestas neuroendocrinas y que le harán sentirse mejor. Notará
un cambio en su estilo de vida, dormirá mejor y sus pensamientos no se focalizarán en
los anteriores.
Cada vez que aparezca la pauta vieja, déjela pasar, pero reformatee su pensamiento
hacia la nueva programación y notará la diferencia.
Pensar, creer, sentir y comportarse están entrelazados. Son los motores invisibles que
nos impulsan día a día.
Aceptar la propuesta de los médicos es de gran ayuda. Es un paso de avance para su
mejoría.

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