Pregunta de la lectora: Mi hermano sufre de depresión hace años. Está en tratamiento, mejora, pero vuelve hacia atrás. No hace ningún esfuerzo para estar bien. Nuestro apoyo no es suficiente. ¿Qué nos aconsejarÃa?
Respuesta de la terapeuta: La depresión es un trastorno del ánimo que afecta a millones de personas en el mundo, cuyos sÃntomas severos afectan el funcionamiento cotidiano de quienes la padecen.
Esta enfermedad puede tener componentes biológicos, psicológicos y sociales de angustia. Investigaciones sugieren que estos factores pueden ocasionar cambios en la función cerebral. De manera que, las personas que la padecen deben ser comprendidas y recibir toda la ayuda necesaria.
En el abordaje de estos casos, es recomendable contar con equipo multidisciplinario compuesto por un psiquiatra, un psicólogo y un trabajador social (en el caso de que la institución lo tenga), que favorezcan la recuperación emocional y los cambios cognitivos, lo que incluye trabajar en los pensamientos y sentimientos negativos, y contribuir con la superación del cÃrculo vicioso en el que las personas afectadas se encuentran atrapadas.
También entiendo que el apoyo familiar y social es importante, aunque las personas depresivas tienden a aislarse y abandonar todas las actividades sociales. Estas suelen decir que se sienten más ansiosas ante estas situaciones y se muestran hipersensibles.
Otra caracterÃstica es la tendencia marcada a maximizar los pensamientos y sentimientos negativos y reducir significativamente sus ideas e interpretaciones positivas.
Persisten la desesperanza, la falta de energÃa, la valoración negativa de sà y de los demás. Se incrementa la percepción de que son una carga, y de que los gastos médicos y tratamientos son costosos. Si no perciben mejorÃa el malestar y la angustia las desgastan.
Cuesta mucho comprender a las personas depresivas. Se tienen altas expectativas sobre su pronta mejorÃa o la superación de esa condición a corto plazo, pero no siempre es asÃ, dependerá de otros factores antes mencionados.
Muchas personas intentan infundir ánimo, invitan a salir, a ejercitarse, a ver lo hermoso de la vida y del dÃa y a desarrollar actividades placenteras, sin embargo, a las personas afectadas estas sugerencias podrÃan generarles más angustia porque no se sienten comprendidas.
En estos casos, hay que contar con las orientaciones de profesionales de la salud mental que puedan ayudar a entender de qué trata el trastorno depresivo mayor y aprender a manejarse para tener un mejor abordaje familiar.
Sugiero que la familia se incorpore a la terapia y formen un grupo de apoyo emocional.