Respuesta de la terapueta: La lectura fortalece la concentración, enriquece el lenguaje, amplía la visión sobre la historia, la cultura y la religión. Además, estimula a cuestionar las creencias que impactan negativamente en la vida de las personas.
La lectura activa la memoria, permite hacer análisis crítico y analogías, y a estimular la imaginación.
La elección de los textos dependerá del interés de cada lector y de la intención de la lectura. Leer literatura, sobre la espiritualidad, la filosofía, temas especializados y de autoayuda abren una ventana hacia el mundo y hacia sí mismo.
La experiencia de leer expone al lector a una nueva narrativa, simbología y significado sobre la vida, la muerte y el dolor.
Por otro lado, podríamos decir que la interpretación, la representación de los hechos, las creencias y los comportamientos que se asumieron como verdades absolutas e inamovibles podrían ser modificados como resultado de la adquisición de un nuevo conocimiento.
En la medida que la lectura se incorpora como hábito, se transforma la experiencia personal, se modifica el estilo de vida y el afrontamiento funcional de los acontecimientos estresantes. La persona se responsabiliza de su autocuidado, las relaciones interpersonales son más igualitarias, el pensamiento se hace más claro, se gana autonomía, se toman mejores decisiones y las emociones y sentimientos son gestionados asertivamente.
En fin, leer abre un universo de infinitas posibilidades, dado que se modifican actitudes, el estilo de vida se hace más funcional, las creencias distorsionadas son revalorizadas, se aprende a ser optimista y a descubrir nuevos talentos.
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